martes, 28 de marzo de 2017



¿Como podemos mantener una conversación sin silencios incomodos?

Haz preguntas abiertas y positivas

Aunque es aconsejable evitar las preguntas cerradas, tampoco es un drama usarlas de vez en cuando si luego continuas añadiendo una pregunta abierta. Por ejemplo:
–  ¿Te gusta la playa?
 Lo realmente importante es que te intereses por tu interlocutor usando preguntas positivas. El motivo es que solemos estar más dispuestos a hablar de lo que nos genera emociones agradables
Como por ejemplo:
¿De dónde eres?
¿Qué es lo mejor/que más te gusta de…?
¿Cómo conseguiste/llegaste a…?
¿Cuál es el mayor reto de…?
Cuéntame más sobre…

Responde incluso cuando no te pregunten

Para que tu interlocutor se sienta a gusto hablando contigo es crucial que  te intereses por él.
Una conversación debe ser como un partido de tenis con un intercambio de información entre ambas partes. En el momento en que una de ellas la monopoliza, se convierte en un partido de frontón.

Profundiza en los cuatro temas emocionales

A medida que vayas avanzando en la conversación y según la predisposición que veas en tu interlocutor, intenta entrar en temas emocionales que generen emociones positivas. Si encontráis un vínculo ahí será mucho más poderoso.
¿Y cuáles suelen ser nuestros temas emocionales favoritos?
Son Familia, Aficiones, Viajes e Infancia 

No seas hay que ser nunca logico

Un problema habitual es no saber entrar en el estado mental adecuado para una conversación. Si te has pasado todo el día estudiando o trabajando y no pasas a un estado más emocional, te costará empezar a interactuar socialmente.
Pregunta por posibilidades. Una excelente forma de hacerlo es usar preguntas hipotéticas.
¿Qué preferirías…?

Prepara un repertorio de temas de conversación

Los grandes conversadores suelen tener cuatro o cinco temas de actualidad en la recámara listos para ser usados en cuanto la conversación empieza a detenerse. Echar un vistazo a las últimas noticias antes de ir a un evento social siempre es una buena idea.

Comunícate con más historias y menos hechos

Las historias son herramientas de comunicación muy potentes. Han sido la principal forma de transmisión de conocimientos durante siglos y crean muchas oportunidades de vinculación emocional.
El motivo es que cuando oímos una, nuestro inconsciente no puede evitar imaginarnos como protagonistas de la misma.

Utiliza siempre las respuestas extendidas

Un error clásico es hacer muchas preguntas abiertas pero en cambio responder con un escueto “Sí” o “No” cuando te preguntan.
No respondas con monosílabos si no quieres crear un momento de silencio o directamente matar la conversación. La otra persona quizás no sepa cómo continuar a partir de tu respuesta.

Cuida tu lenguaje corporal

Cuando tienes una conversación con alguien y su lenguaje no verbal indica desconfianza e inseguridad tu cerebro recibe dos informaciones contradictorias. Eso genera malestar y la sensación de no fiarte del todo de tu interlocutor.
Para evitar esto hay que tener esto en cuenta:
  1. Establece contacto visual no evitar bajar la vista.
  2. Utiliza una postura abierta, aun que te cruces de brazos o las piernas, no estés estático.
  3. Asiente de vez en cuando mientras esté hablando para motivarlo a seguir haciéndolo
B.A.M.Noelia Hermida

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